lunes, 5 de enero de 2009

Los ángeles que buscaba...


Hace varios días publiqué en Facebook mis notas sobre los viajes que tenía programados para Washington DC, Nueva York y San Antonio, TX, y lo que tenía pensado hacer en cada destino por lo que me tomé el atrevimiento de solicitar la ayuda de aquellos que leyeron y sintieron el deseo de dar sus manos o contribuir con materiales...

Esta es la nota que publiqué allá y que copio íntegramente.


Thursday, December 25, 2008 at 1:27am


Hace unos meses estaba Buscando Angeles... y encontré dos o tres... Muchas Gracias a esos ángeles que desinteresadamente contribuyeron a llevar un poco de calor a seres desconocidos y necesitados.

No había tenido el tiempo o la inspiración para redactar mi experiencia llevando esas bufandas a las personas sin hogar que me encontrara en el camino en Washington DC, Nueva York y San Antonio, Texas. Pero hoy, a solo horas de la celebración del nacimiento Niño Jesús, creo que es un buen momento para detenerme a refleccionar sobre aquello que viví en esas ciudades...

Empecemos con el DC... Sencillamente allí NO ENCONTRE NI VI NI UN SOLO DEAMBULANTE!!!!! Anduve con la cartera y la mochilla con las bufandas y gorritos que había seleccionado para repartir allí, y así como salía del apartamento de Yayie con ellos, así mismito regresaba... No estoy segura, pero me parece que el día que salía para Nueva York vi uno a la distacia en el Dupont Circle y ya no tenía oportunidad de ir hasta donde estaba, pues me corría el riesgo de perder la guagua que nos llevaría hasta nuestro próximo destino...

Cuando llegamos a Nueva York, bajándonos de la guagua vimos a un señor pidiendo dinero y le pregunté si podia darle un regalo, a lo que respondio que sí. Saqué la azul marino que me había donado Zoraya y se la di. Hablamos un ratito con él y resulta que el señor es veterano de guerra y había estado en Puerto Rico en varias bases navales... Como dato curioso debo decir que él no tomó en sus manos la bufanda, me pidió que la pusiera en el canastito que tenia en su silla de ruedas...

Laura y yo seguimos nuestro camino en búsqueda del Pedro preciado.... y sí, es cierto que en NY hay muchos deambulantes, vimos muchos, pero se me hacía algo difícil alcanzarlos, pues cuando metía la mano en la mochila para sacar alguna pieza, la que fuera, ya perdía de vista al infortunado...

Finalmente el día domingo, paseando por el South Street Sea Port, me topé con uno y me detuve a preguntarle si podía darle un regalo... el muy malagradecido y antipático me hizo señas para que siguiera mi camino, como se le hace a las bestias para que caminen- kkkkk... Dijo palabras que aún no se lo que fue, pero supongo que era que siguiera de largo... yo insistí en ofrecerle un regalo, que era para darle calor, pero el insistia en el "kkkk, go, go..."

Y luego me dice: "One question, what is the American Dream?" aún con la vista perdida.

Yo pense "esto es una pregunta capciosa" y con duda le contesté: "Eehhh, Liberty?" Todavía mi brazo estaba extendido con un gorrito azul marino al final de la mano...

A lo que él me respondió: "Bah... " Y siguió diciendo cosas que no entendí y protestando... "kkkkkk, go... go, keep moving..."

Yo con la cara roja y caliente, no se si por la vergüenza, no se si por coraje, guardé el gorrito nuevamente en mi mochila y seguí mi camino tratando de alcanzar a Laura, Pedro y Ariela, quienes no se habían percatado que me había detenido. El resto del día estuve con la imagen del doncito ese en mi mente... "kkkkk... keep moving... go..."

No volví a intentar ofrecer nada en NY... La agresividad... la hostilidad, me cohibió de volver a intentarlo... todavía lo recuerdo y me da un poco de coraje... Empaqué mis cosas y volví a Puerto Rico con todas las piezas menos una... y esperé a llegar a San Antonio a ver si la historia era diferente.

Allá casi no vi deambulantes, pero alcancé a darle un set que me donó Alex a un doncito que arrastraba un carrito de compra y que le pedía menudo a los que le pasaban por el lado. Al igual que a los demás, le pregunté si podía darle un regalo en vez de dinero. Y me respondió que sí, mientras miraba atento mis manos, pero con su pensamiento perdido en los confines de su mente... Saqué la bufanda y el gorrito que habia hecho con el hilo que me trajo Alex. De forma mecánica y automática él lo tomó, casi arrebató de mis manos, y lo colocó en su carrito, y prosiguió a pedirle dinero a la persona que pasó por mi derecha... Me sentí tranquila pues pude cumplir con una parte minúscula de la misión que me propuse.

Volví a empacar mi maleta y tuve que hacer malabarismos para que me cupieran las cosas, pues no contaba con que tuviese que regresar nuevamente con las bufandas... Hasta que llegué al aeropuerto y mi maleta peso ¡5.4 libras más del límite! Tenía que sacar cosas de allí, o tendría que pagar ¡$65.00!!!... Decidí sacar mi poncho y el poncho que compré, y las revistas y flyers de turismo que tomé en el hotel y el centro de visitantes... Y saqué las bufandas...

Eran demasiadas cosas en mis manos.. Llevaba ya 2 bultos, no podía cargar más. Entonces decidí dejarle las bufandas a Mary Goyco y que se las repartiera a las otras chicas de la organización... Le expliqué el propósito que tenían esas bufandas y lo que me había pasado con ellas. Mary abrió los ojos sorprendida y llamó a su esposo, Rafy, emocionada y le contó.

Me cuentan que ellos pertenecen (o tienen, no recuerdo ahora mismo) a un grupo benéfico que se llama Fishes and Loafs, el cual se dedica a ofrecerle alimento -¡¡todos los días!!- a sobre 200 personas sin hogar. Por lo que esas bufandas que les estaba entregando para alivianar el peso de mi maleta, serían entregadas a las personas para quienes fueron creadas, de manera que les alivie un poco del frio...

Como verán, yo buscaba angeles... ¡y los encontré!